viernes, 16 de noviembre de 2012

Fragata Sarmiento

FRAGATA   SARMIENTO

Siempre que paso por Puerto Madero y contemplo a la Fragata Sarmiento estacionada allí, me trae el recuerdo de mi querido padre, que desde adolescente soñaba con viajar en ella, y sobre su humilde cama tenía un cuadrito de ese hermoso y arrogante navío, que por ese entonces era la nave insignia de la Armada Argentina.
El tiempo transcurrió, y cuando tuvo que cumplir con el servicio militar, que por aquel entonces era obligatorio, en el sorteo le tocó marina, y se propuso viajar en el tan anhelado buque, y recuerdo que me contó que junto a otros cuatro compañeros de salida consiguieron, después de muchos pedidos y trámites embarcarse para cumplir
con la obligación de servir a la Patria, cosa que lo harían con muchísimo gusto, ya que por dos años darían la vuelta al mundo, visitando muchos puertos extraños, conociendo todo tipo de gente, palpando otras culturas, y enriqueciendo sus conocimientos, mientras aprendían a sortear tormentas y chubascos, vientos y tempestades, a bordo de la Gloriosa Fragata Sarmiento, que llevó amistad por donde tocó puertos de muchas naciones, siempre navegando sin la tecnología moderna, ya que todo se hacía practicamente a mano con esfuerzo, laboriosamente, así aprendían los rudimentos de navegación, y el mantenimiento de la nave que, al igual que las viejas locomotoras a vapor, las máquinas de la Fragata se alimentaban con carbón. Luego al llegar a puerto para reabastecerse de alimentos y carbón, descargaban las cenizas que se habían originado.
Los marinos conscriptos dormían en uno COI, algo parecido a la hamaca paraguaya, pero sin esa comodidad, porque  el rolido del buque con las mareas y tormentas se hamacaban bastante y en una cama hubiese sido imposible dormir sin caerse. Esta hermosa Fragata, que en la actualidad tiene 115 años, no puede hacerse a la mar, por lo que amarrada en Puerto Madero es hoy Buque Museo de la Armada Argentina.
Quizás añore surcar los mares y visitar puertos amigos, pero ya cumplió con su misión de aprendizaje de sus marinos y pasear la Bandera Argentina por todo el mundo.
Al recorrer sus instalaciones me encontré entre otras cosas que atrajeron mi atención, la figura de un perro mediano que estaba embalsamado, al que en vida llamaron LAMPAZO, que se coló en el buque sin que lo advirtieran, y que fué un gran compañero de la tripulación, y al cual todos lo adoraban.
Estoy completamente seguro que el espíritu de mi querido padre recorre todo el navío del cual estaba profundamente enamorado, y que en vida cumplió con su sueño de navegar en él.

 

2 comentarios:

  1. Este espacio es para que pos integrantes del grupo viv, escribamos nuestras inquietudes , ya sean relatos , cuentos, y porque no alguna poesía, ya que como reza un viejo refrán :DE POETAS Y DE LOCOS TODOS TENEMOS UN POCO.
    ¿¿¿Será cierto ???

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    1. Sos Genial Marito te re felicito !!!





      ¡¡Tu gran Amor Grisel!!!

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